El drama del portero de Selección Colombia Héctor Fabio Landázuri
Fue abandonado a su suerte en Centroamérica.
Tercero en el Mundial Sub-20 de Emiratos Árabes, el portero Héctor Landázuri ‘pintaba’ como una de las promesas. Figuraba como el sucesor de Higuita, Calero y Mondragón. Pero la indisciplina apareció en su camino. El Cali prescindió de sus servicios en el 2011 por indisciplina y ahí inició su declive.
Dio pasos por equipos pequeños en Colombia como Bucaramanga y Chicó, luego partió a Panamá, Bolivia y México. De ahí se fue al Victoria de Honduras, en donde actuó 15 partidos con el Victoria, pero los dirigentes anteriores del equipo partieron y no le pagaron los 3 meses y medio de trabajo que le adeudan.
Para bien del colombiano, las personas de La Ceiba, ciudad donde juega el Victoria, “me ayudó a juntar el dinero para poder devolverme a mi país” y este viernes llegará a Colombia.
El arquero caleño pasó dificultades en ese país centroamericano, al que llegó en bus desde México, pues del equipo mexicano se fue rápido por la salida del D.T.
“En enero llegué a Victoria e hice contrato por un año, pero solo me pagaron un mes; se habían comprometido a darme la comida y me la cortaron; los directivos se fueron, no me pagaron, no me dieron el pasaje de regresarme a mi país y ahora nadie me da la cara. Si me puedo ir a Colombia, es gracias a la ayuda de la gente”, le manifestó al portal Futbolred.
Aunque en La Ceiba le colaboraron también con el hospedaje, “he pasado muchas necesidades que jamás pensé que como futbolista las fuera a vivir. Menos mal estoy solo y ni mi esposa (Susana) ni mi hijo (Yulián) han tenido que pasar por esto, ni me están viendo así; yo les he venido ocultando todo para no preocuparlos”.
De la experiencia dijo que le “queda para aprender y para valorar las cosas”.
Landazuri aconsejó a los jugadores colombianos no dejarse convencer por los ‘cantos de sirena’ de algunos empresarios que “le pintan pajaritos en el aire” a los jugadores.